En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia (1) ¡Considera el sol y su radiante esplendor, |
(2) y la luna cuando refleja su luz! |
(3) ¡Considera el día cuando descubre el mundo, |
(4) y la noche cuando lo cubre de oscuridad! |
(5) ¡Considera el cielo y su maravillosa creación, |
(6) y la tierra y su vasta extensión! |
(7) ¡Considera al ser del hombre, y cómo está formado con arreglo a su función, |
(8) y cómo está imbuido de flaquezas morales y también de conciencia de Dios! |
(9) Dichoso será, en verdad, quien purifique este [ser], |
(10) y realmente perdido estará quien lo cubra [de oscuridad]. |
(11) Desmintió esta [verdad la tribu de] Zamud, en su desmedida arrogancia, |
(12) cuando el más desdichado de ellos se adelantó [a cometer su malvada acción], |
(13) aunque el enviado de Dios les había dicho: “¡Es una camella de Dios; dejad, pues, que beba [y no le hagáis daño]!” |
(14) Pero le desmintieron y la sacrificaron cruelmente --y entonces su Sustentador los aniquiló totalmente por su pecado, y arrasó con todos ellos: |
(15) pues ninguno [de ellos] temió lo que pudiera ocurrirles. |