Thursday, January 15, 2009

78-An-Naba

En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia



(1) ¿Sobre qué se preguntan [con frecuencia] unos a otros?
(2) Sobre la tremenda noticia [de la resurrección],
(3) acerca de la cual discrepan [tan profundamente].
(4) ¡No, pero en su momento [lo] entenderán!
(5) Y una vez más: ¡No, pero en su momento entenderán!
(6) ¿No hemos hecho de la tierra un lecho [para vosotros],
(7) y de las montañas [sus] estacas?
(8) Y os hemos creado en parejas;
(9) y hemos hecho de vuestro sueño [símbolo de la] muerte
(10) y hemos hecho de la noche [su] manto
(11) y hemos hecho del día [símbolo de la] vida.
(12) Y hemos construido sobre vosotros siete firmamentos,
(13) y hemos puesto [en ellos al sol,] una lámpara resplandeciente.
(14) Y de las nubes que el viento arrastra hacemos caer agua en abundancia,
(15) y mediante ella hacemos brotar grano y hierbas,
(16) y frondosos jardines.
(17) Realmente, el Día de la Distinción [entre lo verdadero y lo falso] tiene en verdad su hora señalada:
(18) el Día en que se haga sonar la trompeta [de la resurrección] y acudáis en multitudes;
(19) y sean abiertos los cielos y se vuelvan puertas [abiertas de par en par]
(20) y se haga desaparecer a las montañas como si fueran un espejismo.
(21) [Ese Día,] realmente, el infierno estará al acecho [de los que niegan la verdad] –
(22) ¡la meta de los que solían transgredir los límites de lo correcto!
(23) En él permanecerán por mucho tiempo.
(24) No probarán allí nada refrescante ni bebida alguna [que sacie la sed] –
(25) sólo ardiente desesperación y gélida oscuridad:
(26) ¡ajustada retribución [por sus pecados]!
(27) Ciertamente, no esperaban ser llamados a rendir cuentas,
(28) pues desmintieron Nuestros mensajes rotundamente:
(29) pero hemos anotado en un registro todas las cosas [que hicieron].
(30) [Y entonces diremos:] “¡Saboread, pues, [el fruto de vuestras malas acciones,] ya que no os daremos sino más y más castigo!”
(31) [Pero,] realmente, a quienes son conscientes de Dios les aguarda la plenitud suprema:
(32) exuberantes jardines y viñedos,
(33) y espléndidos acompañantes, afines en todo [a ellos],
(34) y una copa [de felicidad] rebosante.
(35) No oirán allí conversaciones vanas, ni mentiras.
(36) [Todo esto como] recompensa de tu Sustentador, un regalo conforme a [Su] estimación --
(37) ¡[recompensa de] el Sustentador de los cielos y la tierra y de cuanto hay entre ellos, el Más Misericordioso! Nadie podrá dirigirle la palabra
(38) el Día en que todas las almas [humanas] y todos los ángeles se dispongan en filas: nadie hablará sino aquel a quien el Más Misericordioso haya dado Su venia; y [todos] dirán [sólo] lo correcto.
(39) Ese será el Día de la Suprema Verdad: ¡así pues, que quien quiera busque refugio en su Sustentador!
(40) Realmente, os hemos advertido de un castigo próximo –[el castigo de] un Día en que el hombre verá [con claridad] lo que han adelantado sus manos, y el que haya negado la verdad diga: “¡Ay! ¡Ojalá fuera tierra...!”