Thursday, January 15, 2009

74-Al-Muddaththir


En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia



(1) ¡Oh tú, arropado [en tu soledad]!
(2) ¡Levántate y advierte!
(3) ¡Y ensalza la grandeza de tu Sustentador!
(4) ¡Y purifícate interiormente!
(5) ¡Y huye de toda impureza!
(6) Y no des esperando obtener más,
(7) sino sé paciente por mor de tu Sustentador.
(8) Y [advierte a los hombres de que] cuando se haga sonar la trompeta [de la resurrección],
(9) ese Día será un día angustioso,
(10) nada fácil para los que [ahora] niegan la verdad.
(11) Déjame solo con quien Yo solo creé,
(12) y al que he concedido abundante riqueza,
(13) e hijos atentos en su presencia,
(14) y he dado a su vida amplios horizontes:
(15) ¡y aun así, desea que le dé todavía más!
(16) ¡No! ¡Ciertamente, es hostil a Nuestros mensajes, con obstinación y a sabiendas --
(17) [y por ello] le haré subir por una dura pendiente!
(18) Ciertamente, [cuando Nuestros mensajes son transmitidos a alguien empeñado en negar la verdad,] reflexiona y medita [cómo rebatirlos] –
(19) y con ello se destruye a sí mismo, por la forma en que medita:
(20) ¡si, en verdad, se destruye a sí mismo por la forma en que medita! –
(21) y luego mira [buscando nuevos argumentos],
(22) y luego frunce el ceño y mira fieramente,
(23) y al final vuelve la espalda [a Nuestro mensaje], lleno de soberbia,
(24) y dice: “¡Todo esto no es sino elocuencia fascinante transmitida [de los antiguos]!
(25) ¡Esto no es sino la palabra de un mortal!”
(26) ¡Le arrojaré al fuego del infierno [en la Otra Vida]!
(27) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que es el fuego del infierno?
(28) No deja vivir, ni tampoco deja [morir],
(29) hace visible al mortal [toda la verdad].
(30) Sobre él hay diecinueve [poderes].
(31) Y no hemos dispuesto que velen sobre el fuego [del infierno] sino poderes angélicos; y no hemos hecho de su número sino una prueba para los que se empeñan en negar la verdad --para que aquellos a quienes se dio la revelación con anterioridad se convenzan [de la autenticidad de esta escritura divina]; y los que han llegado a creer [en ella] se afirmen aún más en su fe; y para que aquellos a quienes se dio la revelación con anterioridad y los que creen [en esta] se vean libres de toda duda; y para que aquellos en cuyos corazones hay enfermedad y los que niegan rotundamente la verdad lleguen a preguntar: “¿Qué quiere [vuestro] Dios dar a entender con esta parábola?” Así extravía Dios a quien quiere [extraviarse], y guía a quien quiere [ser guiado]. Y nadie conoce las fuerzas de tu Sustentador sino Él: y todo esto no es sino un recordatorio para los seres humanos.
(32) ¡Pero no! ¡Considera la luna!
(33) ¡Considera la noche cuando retrocede,
(34) y la mañana cuando alborea!
(35) ¡Realmente, ese [fuego del infierno] es en verdad uno de los mayores [avisos] –
(36) una advertencia para los seres humanos—
(37) para cada uno de vosotros: tanto si elige avanzar o quedarse rezagado!
(38) [En el Día del Juicio,] cada ser humano será rehén del [mal] que haya hecho –
(39) salvo aquellos que hayan alcanzado la rectitud:
(40) [que morarán] en jardines [del paraíso, y] preguntarán
(41) a aquellos que se hundieron en el pecado:
(42) “¿Qué os ha llevado al fuego del infierno?”
(43) Responderán: “No éramos de los que rezaban,
(44) ni dábamos de comer al necesitado;
(45) y solíamos complacernos en el pecado con todos los [demás] que se complacían en él;
(46) y tachábamos de mentira el Día del Juicio –
(47) hasta que [con la muerte] nos llegó la certeza.”
(48) De nada les valdrá, pues, la intercesión de quienquiera que interceda por ellos.
(49) ¿Qué les pasa, pues, que se apartan de toda amonestación
(50) como asnos espantados,
(51) huyendo del león?
(52) ¡Si, cada uno de ellos pretende que se le entreguen [a él] revelaciones desplegadas!
(53) ¡Que no! –sino que no [creen y, por eso, no] temen la Otra Vida.
(54) ¡Que no! Realmente, esto es una amonestación –
(55) y quien quiera puede tomarla en serio.
(56) Pero [quienes no creen en la Otra Vida] no la tomarán en serio a menos que Dios quiera: [pues] Él es la Fuente de toda conciencia de Dios y la Fuente de todo perdón.