Thursday, January 15, 2009

40-Al-Ghaafir

En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia



(1) Ha. Mim.
(2) La revelación de esta escritura divina procede de Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente,
(3) que perdona los pecados, y acepta el arrepentimiento, es severo en dar escarmiento, y posee una generosidad inmensa. No hay más deidad que Él: Él es la meta de todo.
(4) Nadie salvo los que se empeñan en negar la verdad cuestionaría los mensajes de Dios. Pero no te lleves a engaño porque parezcan libres de hacer lo que quieran en la tierra:
(5) ya antes de ellos desmintió la verdad el pueblo de Noé y, después de estos, todos esos [otros] que se coligaron [en contra de los mensajes de Dios]; y todas esas comunidades conspiraron contra el enviado que se les mandó, tratando de prenderle; y disputaron [contra su mensaje] con falsos argumentos, para suprimir así la verdad: pero luego hice presa en ellos --¡y qué terrible fue Mi escarmiento!
(6) Y así se cumplirá la palabra de tu Sustentador contra los que se empeñan en negar la verdad: serán moradores del fuego [del infierno].
(7) Los que llevan [en sí el conocimiento de] el trono de la omnipotencia [de Dios], y también todos los que están cerca de él, proclaman la infinita gloria y alabanza de su Sustentador, y tienen fe en Él, y piden perdón por todos los [demás] que han llegado a creer: “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Tú abarcas todas las cosas en [Tu] misericordia y conocimiento: perdona, pues, sus pecados a aquellos que se arrepienten y siguen Tu camino, y líbrales del castigo del fuego abrasador!
(8) “¡Y admíteles, Oh Sustentador nuestro, en los jardines de felicidad perpetua que les has prometido, en compañía de los justos de entre sus antepasados, sus esposas y su descendencia –pues, en verdad, sólo Tú eres todopoderoso, realmente sabio—
(9) y líbrales de [cometer] malas acciones: pues, a quien en ese Día [del Juicio] hayas librado de [la lacra de] las malas acciones, a ése le habrás favorecido con Tu misericordia; y ese será, precisamente, el supremo triunfo!”
(10) [Pero,] ciertamente, a los que se empeñan en negar la verdad –[ese Día] una voz les gritará: “¡En verdad, mayor que vuestra [presente] aversión por vosotros mismos era la aversión de Dios por vosotros cuando fuisteis llamados a la fe y seguisteis negando la verdad!”
(11) [Entonces] exclamarán: “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Dos veces nos has hecho morir, como dos veces nos diste vida! Pero ahora que hemos reconocido nuestros pecados, ¿existe alguna salida [de esta segunda muerte]?”
(12) [Y se les dirá:] “¡Esto [os ha ocurrido] porque cuando era invocado el Dios Único, negabais esta verdad; pero cuando se atribuía divinidad a algo junto con Él, creíais [en ello]! ¡El juicio, no obstante, pertenece a Dios, el Excelso, el Grande!”
(13) Él es quien os muestra Sus portentos [en la naturaleza] y hace descender para vosotros sustento del cielo: pero nadie recapacita [sobre esto] salvo los que se vuelven continuamente a Dios.
(14) ¡Invocad, pues, a Dios, sinceros en vuestra fe en Él solo, aunque a los que niegan la verdad les resulte odioso!
(15) Elevado está Él sobre todos los grados [de ser], entronizado en omnipotencia. Infunde la inspiración por orden Suya en quien Él quiere de Sus siervos, a fin de advertir [a los seres humanos de la llegada] del Día de su encuentro con Él --
(16) el Día en que surjan [de las tumbas], sin que nada de ellos esté oculto a Dios. ¿De quién será la soberanía en ese Día? ¡De Dios, el que tiene dominio absoluto sobre todo lo que existe!
(17) Ese Día cada ser humano será retribuido con lo que se haya ganado: no [habrá] injusticia en ese Día: ¡ciertamente, Dios es rápido en ajustar cuentas!
(18) Así pues, adviérteles de ese Día que se aproxima, cuando, angustiados, los corazones subirán hasta las gargantas: no tendrán los malhechores amigo leal, ni intercesor que sea aceptado:
(19) [pues] Él es consciente de la mirada [más] furtiva, y de todo lo que ocultan los corazones.
(20) Y Dios juzgará con arreglo a la verdad y la justicia, mientras que esos [seres] a los que invocan en vez de Él nada pueden juzgar: pues, ciertamente, sólo Dios todo lo oye, todo lo ve.
(21) ¿Acaso no han viajado por la tierra y no han visto cómo acabaron los [incrédulos] que les precedieron? Fueron más poderosos que ellos, y dejaron una impronta más notable en la tierra: pero Dios hizo presa en ellos por sus pecados, y no tuvieron a nadie que les defendiera de Dios:
(22) y eso porque habían venido a ellos sus enviados con las pruebas claras de la verdad, y aun así la rechazaron: ¡entonces, Dios hizo presa en ellos –pues, ciertamente, es poderoso, severo dando escarmiento!
(23) Así, en verdad, enviamos a Moisés con Nuestros mensajes y una clara autoridad [Nuestra]
(24) a Faraón, Hamán y Qarún; pero dijeron: “¡Es un hechicero, un mentiroso!”
(25) Y cuando les trajo la verdad que venía de Nosotros, dijeron: “¡Matad a los hijos varones de los que compartan sus creencias, y dejad con vida [sólo] a sus mujeres!” –pero la malicia de los que negaban la verdad no podía conducir sino al fracaso.
(26) Y Faraón dijo: “¡Dejadme que mate a Moisés –y qué invoque él a ese [supuesto] Sustentador suyo! ¡Temo, en verdad, que os cambie vuestra religión, o que la corrupción se adueñe del país!”
(27) Pero Moisés dijo: “¡He hallado en verdad refugio en [Aquel que es] mi Sustentador y también vuestro Sustentador de todo soberbio, que no cree en [la llegada de] el Día del Ajuste de Cuentas!”
(28) En esto, un hombre de la familia de Faraón, que [hasta entonces] había ocultado su fe, exclamó: “¿Vais a matar a un hombre porque diga: ‘Dios es mi Sustentador’ –cuando además os ha traído, de vuestro Sustentador, pruebas claras de esta verdad? Si miente, su mentira recaerá sobre él; pero si es veraz, algo [del castigo] del que os advierte acabará cayendo sobre vosotros: pues, ciertamente, Dios no guía a quien se dilapida a sí mismo mintiendo [acerca de Él].
(29) “¡Oh mi gente! Vuestro es hoy el dominio, [y] tenéis la supremacía en el país: pero ¿quién nos protegerá de la furia de Dios cuando caiga sobre nosotros?” Faraón dijo: “¡Sólo quiero haceros ver lo que yo veo; y nunca os conduciría por un camino que no fuera el de la rectitud!”
(30) Entonces, aquel que había llegado a creer, exclamó: “¡Oh mi gente! ¡Temo que os ocurra lo mismo que a los que coligaron [contra la verdad de Dios] –
(31) lo que les ocurrió al pueblo de Noé, a [las tribus de] Aad y Zamud, y a los que vinieron después de ellos! Y, sin embargo, Dios no decreta injusticia alguna para Sus criaturas.
(32) “Y, Oh mi gente, temo por vosotros [la llegada de] ese Día [del Juicio –el Día] en que os llamaréis unos a otros [angustiados]—
(33) el Día en que [desearéis] daros la vuelta y huir, al no tener a nadie que os defienda de Dios: pues aquel a quien Dios deja que se extravíe, jamás podrá hallar quien le guíe.
(34) “Y [recordad que] ya antes vino a vosotros José con las pruebas claras de la verdad; pero no dejasteis de poner en duda cuanto os trajo –hasta el punto de que cuando murió, dijisteis: ‘¡Jamás mandará Dios a ningún enviado [ni siquiera] después de él!’ “Así deja Dios que se extravíen quienes se dilapidan a sí mismos por desconfiar [de Sus revelaciones] –
(35) los que cuestionan los mensajes de Dios sin tener potestad alguna para ello: [un pecado] sumamente detestable para Dios y para aquellos que han llegado a creer. Así sella Dios todo corazón altivo, arrogante.”
(36) Pero Faraón dijo: “¡Oh Hamán! ¡Constrúyeme una torre elevada, para que pueda alcanzar la vía [correcta] –
(37) la vía de acceso a los cielos—y pueda [así] echar un vistazo al dios de Moisés: aunque, en verdad, estoy convencido de que es un mentiroso!” Y así se hizo grata a Faraón la maldad de sus acciones y fue por ello apartado del camino [de la verdad]: y la malicia de Faraón no condujo sino a la ruina.
(38) Y el hombre que había llegado a creer prosiguió: “¡Oh mi gente! ¡Seguidme, y os guiaré al camino de la rectitud!
(39) “¡Oh mi gente! Esta vida terrenal es tan sólo un breve disfrute, mientras que, ciertamente, la Otra Vida es la morada permanente.
(40) [Allí,] quien haya hecho una mala acción será retribuido sólo con otro tanto, pero quien haya hecho buenas obras, sea hombre o mujer, y además sea creyente --¡ésos entrarán en el paraíso, en donde serán colmados de bien, sin medida!
(41) “Y, Oh mi gente, ¿cómo es que llamándoos yo a la salvación, me llamáis vosotros al fuego?
(42) --¡[pues] me llamáis a negar [la unidad de] Dios y a atribuir parte en Su divinidad a algo de lo que no puedo [en absoluto] tener conocimiento, mientras que yo os llamo al [reconocimiento del] Todopoderoso, el Sumamente Indulgente!
(43) “No hay duda de que eso a lo que me llamáis no es digno de ser invocado, ni en esta vida ni en la Otra –como [es indudable] que habremos de retornar a Dios, y que quienes se hayan dilapidado a sí mismos serán moradores del fuego:
(44) y entonces os acordaréis de lo que [ahora] os digo. “Pero [en cuanto a mí,] me pongo en manos de Dios: pues, ciertamente, Dios ve todo lo que hay [en los corazones de] Sus siervos.”
(45) Y Dios le libró de las maldades que tramaron, mientras que sobre la gente de Faraón se abatió un terrible castigo:
(46) el fuego [del más allá –ese fuego] que se les había hecho contemplar [en vano], mañana y tarde: pues el Día en que llegue la Última Hora [Dios dirá]: “¡Haced que la gente de Faraón reciba el más severo de los castigos!”
(47) Y, he ahí, que [los que en vida negaban la verdad] discutirán entre ellos en el fuego [del más allá]; y entonces los débiles dirán a los que se habían mostrado altivos: “Nosotros, realmente, éramos sólo seguidores vuestros: ¿podéis, pues, apartar de nosotros algo [de nuestra porción] de este fuego?” –
(48) [a lo que] los que [en vida] habían sido altivos responderán: “¡Ciertamente, estamos todos en él [juntos]! ¡En verdad, Dios ha juzgado ya entre Sus criaturas!
(49) Y los que están en el fuego dirán a los guardianes del infierno: “¡Rogad a vuestro Sustentador para que nos alivie, [aunque sólo sea] por un día, este castigo nuestro!”
(50) [Pero los guardianes del infierno les] preguntarán: “¿No [es verdad que] vinieron a vosotros vuestros enviados con las pruebas claras de la verdad?” [Los que están en el fuego] responderán: “¡Sí, en verdad!” [Y los guardianes del infierno] dirán: “¡Entonces, rogad vosotros!” –pues la oración de los que niegan la verdad no conduce sino al engaño.
(51) Ciertamente, hemos de auxiliar en verdad a Nuestros enviados y a los que han llegado a creer, en esta vida y en el Día en que se pongan en pie todos los testigos --
(52) el Día en que sus excusas no sirvan de nada a los malhechores, pues su merecido será el rechazo [de Dios] y una funesta morada [en el más allá].
(53) Y en verdad dimos antaño [Nuestra] guía a Moisés, e hicimos [así] a los hijos de Israel herederos de la escritura divina [revelada a aquel]
(54) como guía y recordatorio para los que estaban dotados de perspicacia:
(55) sé, pues, paciente en la adversidad –porque, realmente, la promesa de Dios se cumple siempre—y pide perdón por tus pecados, y proclama la gloria y alabanza de tu Sustentador, de noche y de día.
(56) Ciertamente, quienes cuestionan los mensajes de Dios sin tener potestad alguna para ello --en sus corazones no hay más que una vanidad desmedida, que nunca podrán satisfacer: ¡busca, pues, refugio en Dios –ya que, en verdad, sólo Él todo lo oye, todo lo ve!
(57) Superior sin duda a la creación del hombre es la creación de los cielos y la tierra: pero la mayoría de los hombres no entienden [lo que esto implica].
(58) Y no son iguales el ciego y el vidente; como tampoco [pueden ser considerados iguales] los que han llegado a creer y hacen buenas obras y los que obran mal. ¡Qué raras veces tenéis esto presente!
(59) Ciertamente, la Última Hora llegará: no hay duda de ello; pero la mayoría de los hombres no lo creen.
(60) Sin embargo, vuestro Sustentador dice: “¡Invocadme, [y] os responderé! ¡Ciertamente, los que sean demasiado orgullosos como para adorarme entrarán, humillados, en el infierno!”
(61) Dios es quien ha hecho para vosotros la noche, para que descanséis en ella, y el día, para haceros ver. Ciertamente, Dios es en verdad sumamente generoso con el hombre –pero la mayoría de los hombres son ingratos.
(62) Ese es Dios, vuestro Sustentador, el Creador de todo cuanto existe: no hay mas deidad que Él. ¡Qué deformadas están vuestras mentes!
(63) [Pues] así es: deformadas están las mentes de los que rechazan los mensajes de Dios a sabiendas.
(64) Dios es quien ha hecho de la tierra un lugar de descanso para vosotros y el cielo como bóveda, y os ha formado –y ha perfeccionado vuestra forma --y os da sustento de las cosas buenas de la vida. Ese es Dios, vuestro Sustentador: ¡bendito es Dios, el Sustentador de todos los mundos!
(65) Él es el Viviente; no hay más deidad que Él: invocadle, pues [a Él solo], sinceros en vuestra fe en Él. ¡La alabanza es debida por entero a Dios, el Sustentador de todos los mundos!
(66) Di: “¡Se me prohibe adorar a [cualquiera de] esos seres a los que invocáis en vez de Dios, por haberme llegado de mi Sustentador las pruebas claras de la verdad; y se me ordena someterme al Sustentador de todos los mundos!”
(67) Él es quien os crea de tierra, luego de una gota de esperma, luego de una célula germen; y luego os hace salir como niños; y luego [ordena] que alcancéis la madurez, y luego que lleguéis a la vejez –aunque [hace que] algunos de vosotros mueran antes--: y [Él ordena todo esto] para que alcancéis un plazo fijado [por Él], y para que [aprendáis a] usar vuestra razón.
(68) Él es quien da la vida y da la muerte; y cuando dispone la existencia de algo, le dice tan sólo: “Sé” –y es.
(69) ¿No ves cuán apartados están de la verdad quienes cuestionan los mensajes de Dios? –
(70) los que desmienten esta escritura divina y [con ella] todos los [mensajes] que encomendamos a Nuestros enviados [anteriores]? Pero en su momento habrán de saber [cuán ciegos han sido: lo sabrán el Día del Juicio],
(71) cuando tengan que llevar al cuello las argollas y cadenas [que ellos mismos han forjado]; y sean arrastrados
(72) a la ardiente desesperación, y se conviertan al final en combustible del fuego [del infierno].
(73) Y luego se les preguntará: “¿Dónde están ahora esos [poderes] a los que atribuíais divinidad
(74) junto con Dios?” Responderán: “¡Nos han abandonado –o, mejor dicho, lo que antaño invocábamos no existía en absoluto!” [Y se les dirá:] “Así deja Dios que se extravíen los que niegan la verdad:
(75) ¡esto es fruto de vuestra exultación arrogante en la tierra sin [consideración al] derecho, y de vuestra gran presunción!
(76) Entrad [ahora] por las puertas del infierno, en el que permaneceréis: ¡y qué horrible morada la de los soberbios!”
(77) Así pues, sé paciente en la adversidad –porque, ciertamente, la promesa de Dios se cumple siempre. Y tanto si te mostramos [en este mundo] algo de lo que tenemos reservado a esos [que niegan la verdad], como si te hacemos morir [antes de que llegue ese escarmiento –sabe que, al final], serán devueltos a Nosotros.
(78) Y, en verdad, [Oh Muhámmad,] mandamos enviados antes de ti; de ellos, algunos te los hemos mencionado, y otros no. Y no fue dado a ningún enviado hacer un milagro sino con la venia de Dios. Pero cuando la voluntad de Dios se haga manifiesta, se habrá juzgado [ya] con total justicia y, entonces, todos los que trataron de reducir a la nada [lo que no podían entender] estarán perdidos.
(79) Dios es quien [hace prodigios para vosotros continuamente: así] os provee de [toda clase de] ganado, para que algunos os sirvan de montura, y de otros obtengáis alimento,
(80) y de ellos obtenéis [otros muchos] beneficios; y para que, mediante ellos, veáis satisfechos [muchos de] vuestros anhelos: pues sobre ellos, como sobre los barcos, sois transportados.
(81) Y [así] os muestra Sus portentos: ¿cuál, pues, de los portentos de Dios podréis aún negar?
(82) ¿Acaso no han viajado por la tierra y no han contemplado cómo acabaron los [incrédulos] que les precedieron? Fueron más numerosos y más poderosos que ellos, y dejaron una impronta más notable sobre la tierra: pero todo lo que consiguieron no les sirvió de nada –
(83) pues cuando vinieron a ellos sus enviados se mostraron arrogantemente satisfechos del conocimiento que [ya] poseían: y [así, al final,] se vieron arrollados precisamente por aquello de lo que se burlaban.
(84) Y entonces, cuando vieron [claramente] Nuestro castigo, dijeron: “¡Creemos en el Único Dios, y renegamos de toda creencia en aquello a lo que atribuíamos parte en Su divinidad!”
(85) Pero su fe, una vez que vieron Nuestro castigo, no podía servirles de nada --tal es el proceder de Dios que ha regido siempre para Sus criaturas--: y así, se vieron perdidos entonces los que habían negado la verdad.