Thursday, January 15, 2009

39-Az-Zumar

En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia



(1) La revelación de esta escritura divina procede de Dios, el Todopoderoso, el Sabio:
(2) ¡pues, ciertamente, somos Nosotros quienes hemos hecho descender sobre ti esta revelación, que presenta la verdad: así pues, adora a Dios, sincero en tu fe sólo en Él!
(3) ¿No es a Dios, solo, a quien es debida la fe sincera? Y, no obstante, quienes toman a otros por protectores en vez de a Dios [suelen decir]: “No los adoramos sino para que nos acerquen a Dios.” Ciertamente, Dios juzgará entre ellos [el Día de la Resurrección] sobre todo aquello en lo que discrepan [de la verdad]: ¡pues, realmente, Dios no guía a quien se empeña en mentir[-se a sí mismo ] y es tercamente ingrato!
(4) Si Dios hubiera querido tomar para Sí un hijo, podría haber elegido a quien él quisiera entre toda Su creación –[pero,] ¡infinito es Él en Su gloria! ¡Él es Dios, el Uno, el que tiene dominio absoluto sobre todo lo que existe!
(5) Él es quien ha creado los cielos y la tierra conforme a una verdad [intrínseca]. Hace que la noche desemboque en el día, y hace que el día desemboque en la noche; y ha hecho que el sol y la luna estén sujetos [a Sus leyes], recorriendo cada cual su curso en un plazo fijado [por Él]. ¿No es Él, acaso, el Todopoderoso, el Sumamente Indulgente?
(6) Él os ha creado [a todos] de un solo ente vivo, del cual creó a su pareja; y os ha concedido cuatro clases de ganado de ambos sexos; [y] os crea en el vientre de vuestras madres, un acto de creación tras otro, en una oscuridad triple. Así es Dios, vuestro Sustentador: Suyo es todo el dominio: no hay más deidad que Él: ¿cómo, pues, os apartáis de la verdad?
(7) Si sois ingratos --ciertamente, Dios no necesita de vosotros; aun así, no aprueba la ingratitud en Sus siervos: pero, si os mostráis agradecidos, Le agrada por vosotros. Y nadie habrá de cargar con la carga de otro. En su momento, habréis de retornar todos a vuestro Sustentador, y entonces Él os hará entender [realmente] todo lo que hacíais [en vida]: pues, en verdad, Él conoce bien lo que hay en los corazones [de los hombres].
(8) Pero [así es:] cuando la desgracia aflige al hombre, suele invocar a su Sustentador, volviéndose a Él [en busca de ayuda]; pero tan pronto como le concede un favor de Su gracia, se olvida de Aquel al que antes invocaba, y dice que existen poderes capaces de rivalizar con Dios --y extravía así [a otros] de Su camino. Di [a quien así yerra]: “Disfruta por un tiempo en este rechazo de la verdad tuyo, ¡[que] ciertamente, eres de los que están destinados al fuego!
(9) O [¿es que te consideras igual a] aquel que adora [a Dios] con devoción durante la noche, postrado o de pie [en oración], temiendo la Otra Vida, y anhelando la gracia de su Sustentador?” Di: “¿Pueden ser considerados iguales los que saben y los que no saben?” ¡[Pero] sólo tienen presente esto los dotados de perspicacia!
(10) Di: “[Así habla Dios:] ‘¡Oh siervos Míos que habéis llegado a creer! ¡Sed conscientes de vuestro Sustentador! ¡El supremo bien aguarda a los que perseveran en hacer el bien en esta vida. Y [recordad:] ancha es la tierra de Dios, [y,] ciertamente, a los que son pacientes en la adversidad les será dada su recompensa completa, sin medida!’”
(11) Di [Oh Muhámmad]: “Ciertamente, se me ha ordenado adorar a Dios, sincero en mi fe sólo en Él;
(12) y se me ha ordenado ser el primero de los que se sometan a Dios.”
(13) Di: “Ciertamente, temería, de rebelarme contra mi Sustentador, el castigo [que caería sobre mí] en ese terrible Día [del Juicio].”
(14) Di: “¡Adoro sólo a Dios, sincero en mi fe sólo en Él –
(15) pero [allá vosotros, Oh pecadores,] adorad lo que queráis en vez de Él!” Di: “Ciertamente, los [verdaderos] perdedores serán quienes se hayan perdido a sí mismos y a sus familias en el Día de la Resurrección: ¿no es esta, precisamente, la pérdida [más] notoria?
(16) Tendrán sobre ellos nubes de fuego, y nubes [similares] por debajo de ellos....” Así infunde Dios el temor en Sus siervos. ¡Oh siervos Míos! Sed, pues, conscientes de Mí –
(17) ya que para aquellos que se apartan de los poderes del mal para no [verse tentados a] adorarles, y se vuelven a Dios, hay buenas nuevas [de felicidad en la Otra Vida]. Anuncia, pues, esta buena nueva a [aquellos de] Mis siervos
(18) que escuchan [atentamente] cuanto se dice, y de eso siguen lo mejor: ¡[pues] son ellos a los que Dios ha guiado, y son ellos los [realmente] dotados de perspicacia!
(19) Por otra parte, ¿puede alguien contra quien ha sido dictada [por Dios] sentencia de castigo [ser rescatado por el hombre]? ¿Puedes tú, acaso, salvar a alguien que está [ya, como si dijéramos,] en el fuego?
(20) En cambio, quienes son conscientes de su Sustentador tendrán [en la Otra Vida] mansiones construidas sobre altas mansiones, por debajo de las cuales corren arroyos: [esta es] la promesa de Dios –[y] Dios jamás falta a Su promesa.
(21) ¿No ves que es Dios quien hace caer agua del cielo, y luego le abre camino en la tierra hasta que brota en manantiales. Y por medio de ella hace crecer cultivos de variados colores, que luego se marchitan, y los ves amarillear; y al final los convierte en rastrojo. ¡Ciertamente, en [todo] esto hay en verdad un recordatorio para los dotados de perspicacia!
(22) ¿Puede, entonces, [compararse a] aquel cuyo pecho Dios ha abierto a la sumisión a Él, de forma que está iluminado por una luz [que emana] de su Sustentador, [con el que es ciego y sordo de corazón]? ¡Ay, pues, de esos cuyos corazones se han endurecido al recuerdo de Dios! ¡Están, en verdad, claramente extraviados!
(23) Dios hace descender la mejor de las enseñanzas en forma de una escritura divina con total coherencia interna, que repite cada formulación [de la verdad] de diversas formas --[una escritura divina] ante la cual se estremece la piel de los que temen a su Sustentador: [pero] después su piel y sus corazones se distienden con el recuerdo de [la gracia de] Dios.... Así es la guía de Dios: con ella guía Él a quien quiere [ser guiado] –pero aquel a quien Dios deja que se extravíe jamás podrá hallar quien le guíe.
(24) ¿Puede, entonces, [compararse a] aquel que no tendrá más que su cara [desnuda] para que le proteja del horrible castigo [que caerá sobre él] el Día de la Resurrección [con el que es consciente de Dios]? [Ese Día,] se dirá a los malhechores: “¡Saboread [ahora] lo que os ganasteis [en vida]!”
(25) Quienes vivieron antes que ellos [también] desmintieron la verdad –por lo que les sobrevino el castigo sin que se apercibieran de dónde vino:
(26) y así les hizo Dios saborear la ignominia [también] en esta vida. Sin embargo, ¡[cuánto] mayor será el castigo [de los pecadores] en la Otra Vida –si esos [que niegan la verdad] supieran!
(27) Así, en verdad, hemos planteado a los hombres toda clase de parábolas en este Qur’án, para que puedan recapacitar; [y lo hemos revelado]
(28) como un discurso en lengua árabe, libre de tortuosidad, para que lleguen a ser conscientes de Dios.
(29) [A tal fin,] Dios presenta una parábola: Un hombre que tiene por amos a varios socios, que están en desacuerdo entre sí, y un hombre que depende sólo de una persona: ¿pueden esos dos ser considerados iguales en su situación? [No,] la alabanza es debida por entero a Dios: pero la mayoría no lo entienden.
(30) No obstante, en verdad, tú habrás de morir, [Oh Muhámmad,] y, en verdad, ellos también habrán de morir:
(31) y luego, en el Día de la Resurrección, ciertamente, todos vosotros expondréis vuestra disputa ante vuestro Sustentador.
(32) ¿Y quién puede ser más perverso que quien inventa mentiras acerca de Dios, y desmiente la verdad cuando le es presentada? ¿No es el infierno la morada [justa] para los que niegan la verdad?
(33) Pero quien viene con la verdad, y quien la acepta sin reservas como verdadera --¡ésos, precisamente, son los [realmente] conscientes de Él!
(34) Junto a su Sustentador les aguarda todo cuanto pudieron desear: ésa será la recompensa de quienes hacen el bien.
(35) Y a tal fin, Dios les borrará lo peor que hayan hecho, y les dará su recompensa con arreglo a lo mejor que solían hacer [en vida].
(36) ¿Acaso no es Dios suficiente para Su siervo? ¡Y, no obstante, pretenden intimidarte con esos [poderes imaginarios a los que ellos adoran] en vez de Él! Pero aquel a quien Dios deja que se extravíe jamás podrá hallar quien le guíe,
(37) mientras que aquel a quien Dios guía jamás podrá ser extraviado. ¿Acaso no es Dios todopoderoso, vengador del mal?
(38) Y así ocurre [con la mayoría de la gente]: si les preguntas: “¿Quién ha creado los cielos y la tierra?” –seguro que responden: “Dios.” Di: “¿Habéis considerado, pues, alguna vez qué es eso a lo que invocáis en vez de Dios? Si Dios dispone para mi una desgracia, ¿podrían esos [poderes imaginarios] apartar la desgracia infligida por Él? O, si Él dispone para mí una gracia, ¿podrían ellos apartar [de mí] Su gracia?” Di: “¡Dios me basta! En Él [solo] ponen su confianza los que confían [en Su existencia].”
(39) Di: “¡Pueblo mío! ¡Haced cuanto esté en vuestro poder, [que] yo, ciertamente, trabajaré [por la causa de Dios]: en su momento habréis de saber
(40) a quien ha de llegarle [en esta vida] un castigo que le cubrirá de ignominia, y sobre quien recaerá un castigo permanente [en la Otra Vida]!”
(41) Ciertamente, hemos hecho descender sobre ti esta escritura divina, que expone la verdad, para [beneficio de toda] la humanidad. Y quien elija ser guiado [por ella], lo hace por su propio bien, y quien elija extraviarse, se extravía sólo en detrimento propio; y tú no tienes poder para determinar su destino.
(42) [Unicamente] Dios [tiene este poder –Él] es quien hace morir a todos los seres humanos en el momento de su muerte [corporal], y [hace que estén como muertos], mientras duermen, a aquellos que aún no han muerto: así retiene Él a aquellos para los que ha decretado la muerte, y remite a los otros hasta un plazo fijado [por Él]. ¡Ciertamente, en [todo] esto hay en verdad mensajes para gente que reflexiona!
(43) ¡Y no obstante, eligen [dar culto], junto con Dios, a intercesores [imaginarios]! Di: “¡Cómo! --¿aunque no tengan poder alguno, ni entendimiento?”
(44) Di: “La [potestad de dar permiso de] intercesión pertenece por entero a Dios: Suyo [exclusivamente] es el dominio sobre los cielos y la tierra; y, al final, a Él seréis todos devueltos.”
(45) Y no obstante, siempre que Dios es mencionado solo, los corazones de los que no creen en la Otra Vida se contraen de aversión --mientras que cuando son mencionados esos [poderes imaginarios] aparte de Él, ¡he ahí que se llenan de gozo!
(46) Di: “¡Oh Dios! ¡Originador de los cielos y la tierra! ¡Conocedor de cuanto está fuera del alcance de la percepción de los seres creados, y de cuanto éstos pueden percibir! ¡Tú juzgarás entre Tus siervos [el Día de la Resurrección] sobre aquello en lo que discrepaban!”
(47) Pero si esos que se empeñan en hacer el mal poseyeran todo cuanto hay en la tierra, y aun el doble, sin duda lo ofrecerían para librarse del terrible castigo [que se les vendrá encima] en el Día de la Resurrección: pues, se les hará evidente, por Dios, algo con lo que no habían contado;
(48) y se les hará evidente el mal que hicieron [en vida]: y así se verán arrollados por esa verdad de la que solían burlarse.
(49) Pues [así es:] cuando la desgracia aflige al hombre, invoca Nuestra ayuda; pero cuando le concedemos un favor de Nuestra gracia, dice [para sí]: “¡Esto me ha sido dado gracias a la sabiduría [que poseo]!” ¡No, esta [concesión de gracia] es una prueba: pero la mayoría no lo entienden!
(50) Lo mismo dijeron [para sí muchos de] los que les precedieron; pero de nada les sirvió todo lo que habían conseguido:
(51) pues todas las malas acciones que hicieron cayeron [después] sobre ellos. Y [lo mismo les ocurrirá a] estos que [ahora] se empeñan en hacer el mal: todas las malas acciones que hagan caerán [después] sobre ellos, y no conseguirán eludir [a Dios].
(52) ¿Es que no saben que es Dios quien da el sustento en abundancia, o en medida escasa, a quien Él quiere? ¡Ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente dispuesta a creer!
(53) Di: “[Así habla Dios:] ‘¡Oh siervos que habéis transgredido contra vosotros mismos! ¡No desesperéis de la misericordia de Dios: ciertamente, Dios perdona todos los pecados --pues, en verdad, sólo Él es indulgente, dispensador de gracia!’”
(54) Así pues, volveos a vuestro Sustentador [solo] y someteos a Él antes de que os llegue el castigo, pues entonces no seréis auxiliados.
(55) Y antes de que os llegue el castigo de improviso, sin que os apercibáis [de su inminencia], seguid la más excelente [de las enseñanzas], que os ha sido revelada por vuestro Sustentador
(56) para que ningún ser humano tenga que decir [en el Día del Juicio]: “¡Ay de mí, que falté a mi deber para con Dios, pues fui, ciertamente, de los que se burlaban [de la verdad]!” –
(57) ni tenga que decir: “¡Si Dios me hubiera guiado, habría sido de los que son conscientes de Él!” –
(58) ni tenga que decir, cuando vea el castigo [que le aguarda]: “¡Ojalá tuviera otra oportunidad [en la vida], para poder ser de los que hacen el bien!”
(59) [Pero Dios responderá:] “¡Si, ciertamente! ¡Te llegaron Mis mensajes; pero los desmentiste y te llenaste de soberbia, y fuiste de los que niegan la verdad!”
(60) Y [así,] el Día de la Resurrección verás a los que inventaron mentiras acerca de Dios [con] sus rostros hoscos [de pesar y humillación]. ¿No es el infierno la morada [justa] para los soberbios?
(61) Pero Dios salvará a los que fueron conscientes de Él [y les concederá la felicidad] merced a sus triunfos [internos]; el mal no les tocará jamás, y no se lamentarán.
(62) Dios es el Creador de todas las cosas, y sólo Él tiene poder para determinar el destino de todas las cosas.
(63) Suyas son las llaves de los cielos y la tierra: y quienes se empeñan en negar la verdad de los mensajes de Dios --¡ésos, precisamente, son los perdedores!
(64) Di: “¿Es que me ordenáis que adore a algo distinto de Dios, Oh vosotros que vivís ignorantes [del bien y el mal]?”
(65) Y sin embargo, te ha sido revelado ya, a ti [Oh hombre,] y a los que te precedieron, que si atribuyes poderes divinos a algo distinto de Dios, ciertamente, todas tus obras habrán sido en vano: pues [en la Otra Vida] estarás sin duda entre los perdedores.
(66) ¡No –sino adora a Dios [solo], y sé de los agradecidos [a Él]!
(67) Y no tienen una comprensión acertada de Dios [quienes adoran algo distinto de Él], cuando en el Día de la Resurrección la tierra toda sea para Él un [mero] puñado, y los cielos estarán enrollados en Su mano derecha: ¡infinito es Él en Su gloria, y excelso sobre todo aquello a lo que atribuyan parte en Su divinidad!
(68) Y [ese Día,] se hará sonar la trompeta [del juicio], y todos los [seres] que hay en los cielos y todos los que hay en la tierra caerán desmayados, excepto aquellos a los que Dios quiera [eximir]. Luego sonará de nuevo –y ¡he ahí que de pie [ante la Sede del Juicio], empezarán a ver [la verdad].
(69) Y brillará la tierra con la luz de su Sustentador. Y se expondrá el registro [de las acciones de cada uno], y se hará venir a todos los profetas y a todos los [demás] testigos; y todos serán juzgados con justicia. Y no serán tratados injustamente,
(70) pues cada ser humano será recompensado cumplidamente por el [bien o el mal] que haya hecho: y Él es plenamente consciente de lo que hacen.
(71) Y los que se empeñaron en negar la verdad serán conducidos en multitudes hacia el infierno hasta que, cuando lleguen a él, se abrirán sus puertas, y sus guardianes les preguntarán: “¿No vinieron a vosotros enviados, de entre vosotros, que os transmitieron los mensajes de Dios y os advirtieron de la llegada de este vuestro Día [del Juicio]?” Responderán: “¡Sí, en verdad!” Pero la sentencia de castigo se habrá hecho [ya] inevitable para quienes negaron la verdad;
(72) [y] se les dirá: “¡Entrad por las puertas del infierno, en donde permaneceréis!” ¡Y qué horrible morada la de los soberbios!
(73) Pero los que fueron conscientes de su Sustentador serán conducidos en multitudes hacia el paraíso hasta que, cuando lleguen a él, hallarán sus puertas abiertas; y sus guardianes les dirán: “¡La paz sea con vosotros! ¡Bien habéis hecho: entrad, pues, en este [paraíso] en el que permaneceréis!”
(74) Y exclamarán: “¡La alabanza es debida por entero a Dios, que ha cumplido Su palabra con nosotros, y nos ha concedido esta inmensidad [de dicha] como porción nuestra, para que residamos en el paraíso según nos plazca!” ¡Y qué excelente recompensa será para los que trabajan [en la causa de Dios]!
(75) Y verás a los ángeles rodeando el trono de la omnipotencia [de Dios], proclamando la gloria y alabanza de su Sustentador. Y se habrá juzgado con justicia a todos [cuantos vivieron y murieron], y se dirá: “¡La alabanza es debida por entero a Dios, el Sustentador de todos los mundos!”