Thursday, January 15, 2009

56-Al-Waaqia

En el Nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia



(1) ¡Cuando lo que ha de ocurrir ocurra [finalmente],
(2) nada podrá negar que ha ocurrido,
(3) abatirá [a algunos y] elevará [a otros]!
(4) Cuando la tierra sea sacudida con una [violenta] sacudida,
(5) y las montañas sean desmenuzadas en [innumerables] fragmentos,
(6) hasta convertirse en polvo disperso –
(7) [ese Día,] seréis [divididos en] tres grupos.
(8) [En uno] estarán los que hayan alcanzado la rectitud: ¡qué [dichosos] serán los que hayan alcanzado la rectitud!
(9) Y [en otro] estarán los que se hayan hundido en el mal: ¡qué [desdichados] serán los que se hayan hundido en el mal!
(10) Pero los adelantados serán los [que en su vida fueron] adelantados [en la fe y las buenas obras]:
(11) ¡ésos serán los allegados a Dios,
(12) en jardines de felicidad! –
(13) habrá muchos de los primeros tiempos,
(14) y [sólo] unos pocos de los últimos tiempos.
(15) Estarán sobre lechos de felicidad incrustados de oro,
(16) reclinados sobre ellos, unos enfrente de otros.
(17) Serán servidos por jóvenes inmortales
(18) con copas, jarras y vasos llenos de un agua de manantiales puros
(19) que no nublará sus mentes ni les embriagará;
(20) y con fruta de la que elijan,
(21) y con la carne de ave que les apetezca.
(22) Y [con ellos estarán] compañeras puras, de hermosísimos ojos,
(23) como perlas ocultas.
(24) [Esta será la] recompensa por lo que hicieron [en vida].
(25) No oirán allí conversaciones vanas, ni incitación al pecado,
(26) sino nuevas de paz y firmeza espiritual.
(27) Y los que han alcanzado la rectitud --¿qué será de los que han alcanzado la rectitud?
(28) [Se hallarán, también,] entre azufaifos cargados de fruta,
(29) y acacias en flor,
(30) y una extensa umbría,
(31) y aguas que brotan,
(32) y fruta en abundancia,
(33) que no se agotará ni será difícil de alcanzar.
(34) Y [con ellos estarán sus] esposas, elevadas [en dignidad]:
(35) pues, ciertamente, las habremos creado perfectas,
(36) resucitándolas como vírgenes;
(37) afectuosas, afines en todo
(38) a los que han alcanzado la rectitud:
(39) habrá muchos de los primeros tiempos,
(40) y muchos de los últimos tiempos.
(41) Pero los que han perseverado en el mal --¿qué será de los que han perseverado en el mal?
(42) [Se hallarán] entre vientos abrasadores, y ardiente desesperación,
(43) bajo una sombra de humo negro,
(44) ni fresca ni agradable.
(45) Pues, ciertamente, antes solían entregarse por entero a la búsqueda de placeres,
(46) y persistieron en el enorme pecado,
(47) y solían decir: “¡Cómo! –cuando hayamos muerto y seamos ya polvo y huesos, ¿seremos, de verdad, resucitados?”
(48) "¿Y también nuestros antepasados?"
(49) Di: “¡En verdad, los primeros y los últimos
(50) serán, ciertamente, reunidos en el momento fijado de un Día conocido [sólo por Dios]:
(51) y entonces, ciertamente, vosotros que os habéis extraviado y que llamasteis mentira a la verdad,
(52) comeréis del árbol de fruto mortal,
(53) y os llenaréis con él el vientre,
(54) y beberéis encima [muchos tragos] de ardiente desesperación –
(55) que sorberéis como camellos sedientos!”
(56) ¡Esa será su bienvenida el Día del Juicio!
(57) Nosotros somos quienes os creamos, [Oh hombres:] ¿por qué, pues, no aceptáis la verdad?
(58) ¿Habéis considerado alguna vez esa [semilla] que emitís?
(59) ¿Sois vosotros quienes la creáis –o somos Nosotros sus creadores?
(60) Hemos decretado [en verdad] que la muerte esté [siempre presente] entre vosotros: pero nada Nos impide
(61) cambiar la naturaleza de vuestra existencia y crearos [de nuevo] de una forma desconocida [aún] para vosotros.
(62) Y [puesto que] en verdad sois conscientes [del milagro] de vuestra primera creación --¿por qué, pues, no recapacitáis?
(63) Habéis considerado alguna vez la semilla que sembráis?
(64) ¿Sois vosotros quienes la hacéis crecer –o somos Nosotros la causa de su crecimiento?
(65) [Pues,] si quisiéramos, lo convertiríamos en broza, y os quedaríais aturdidos [lamentándoos]:
(66) “¡Realmente, estamos arruinados!
(67) ¡Es más, hemos sido despojados [de nuestro sustento]!”
(68) ¿Habéis considerado alguna vez el agua que bebéis?
(69) ¿Sois vosotros quienes la hacéis caer de las nubes –o somos Nosotros la causa de su caída?
(70) [Cae dulce –pero] si quisiéramos, podríamos hacerla salobre y amarga: ¿por qué, pues, no sois agradecidos [a Nosotros]?
(71) ¿Habéis considerado alguna vez el fuego que encendéis?
(72) ¿Disteis vosotros vida al árbol que le sirve de combustible --o somos Nosotros quienes le dimos vida?
(73) Nosotros lo hemos hecho como recordatorio [Nuestro], y fuente de bienestar para quienes están perdidos y hambrientos en el desierto [de sus vidas].
(74) ¡Glorifica, pues, el nombre de tu Sustentador, el Grandioso!
(75) ¡Pero no! ¡Juro por el descenso [de este Qur’án] en partes --
(76) y, ciertamente, este es en verdad un juramento tremendo, si supierais!
(77) ¡En verdad, es un discurso realmente noble,
(78) [transmitido al hombre] en una escritura divina protegida
(79) que nadie sino los puros [de corazón] puede tocar:
(80) una revelación del Sustentador de todos los mundos!
(81) ¿Desdeñáis, ahora un discurso como este,
(82) y hacéis de vuestro desmentido de la verdad [por así decirlo] vuestro pan diario?
(83) ¿Por qué, pues, cuando llega [el último aliento] a la garganta [de un moribundo],
(84) mientras vosotros miráis [impotentes] –
(85) y Nosotros estamos más cerca de él que vosotros, pero no [Nos] veis--:
(86) por qué, pues, si [pensáis que] no sois realmente dependientes [de Nosotros],
(87) no hacéis que regrese esa [vida que se escapa] --si es verdad lo que decís?
(88) [Todos habréis de morir.] Mas si uno fuera de los allegados a Dios,
(89) [le aguarda en la Otra Vida] dicha, plenitud interior, y un jardín de felicidad.
(90) Y si fuera de los que han alcanzado la rectitud,
(91) [él también será admitido en el paraíso con las palabras:] “¡La paz sea contigo, [que eres] de los que han alcanzado la rectitud!”
(92) Pero si uno fuera de los que suelen llamar mentira a la verdad, y [por eso] se extravían,
(93) [le aguarda] una bienvenida de ardiente desesperación [en la Otra Vida,]
(94) y el calor de un fuego abrasador.
(95) ¡Realmente, esto es sin duda la verdad más cierta!
(96) ¡Glorifica, pues, el nombre de tu Sustentador, el Grandioso!